miércoles, 15 de diciembre de 2010

Universidad de Granada rugby - Jaén. Victoria contra el Jaén.

El pasado Sábado jugamos un partido contra el Jaén aquí en casa. Muchos de los que había en nuestro equipo, jamás habían jugado un partido de rugby. Veníamos entrenados del día anterior. Por la mañana nos reunimos en la puerta del vestuario antes de entrar para cambiarnos. Nos llegaban noticias de que el partido anterior a nosotros se estaba retrasando, lo cual nos obligaría a no poder jugar en el campo de rugby y jugar en la mitad de un campo de fútbol artificial. A mí no me importaba mucho, yo lo único que quería era empezar a jugar cuanto antes mejor. Cuando pasó un tiempo nos fuimos al vestuario a cambiarnos.


En el vestuario los nervios ya empezaban a aparecer, a alguna gente porque otra estaba haciendo el "pirula". Nos cambiamos y esperamos las camisetas para ponérnoslas. Cuando todo estaba listo, los entrenadores, dos de los tres que hay, nos dijeron que ya todos cayados y que dejásemos hablar al capitán. El capitán nos dijo que había que salir allí a ganar, que lo único que teníamos que hacer era lo que habíamos estado ensayando los días anteriores. Cuando acabó su discurso cogimos y nos fuimos en silencio al terreno de juego a calentar.


Al acabar el calentamiento nos hicimos la foto de partido:




Ye estábamos listos. Era la hora. El árbitro en este caso uno de mis entrenadores pidió que nos reuniésemos en el centro del campo. Nos explicó que iba a arbitrar justo y que no iba a permitir ningún tipo de fuera de juego o de balón adelantado por ninguna parte de los dos equipos. Al acabar nos pidió que nos pusiésemos en nuestras posiciones y que empezaría pateando Jaén.




En nuestra categoría normalmente se juega con 13 jugadores pero ellos tenían la plantilla insufieciente y en vez de jugar con trece los entrenadores decidieron quitar al último señor de la tres cuartos, los que forman la melé. También tuvimos que dejarle a un jugador de nuestro equipo, y no era precisamente malo. Corría un montón y sabía defender.


Empezamos a jugar. Los demás de nuestro equipo estaban en el banquillo.




Empezaron marcando ellos, en concreto el jugador que le habíamos prestado. Pero no dejamos que ensayaran ni uno más. Reanudamos el juego pateando el balón, yo soy el que lo suelo hacer siempre. En poco tiempo marcamos un ensayo y nos animamos. Así uno tras otro. Durante el partido tuvimos que hacer melés, saques de lateral, rucks... Y defender mucho.








Al final marcamos ocho, por lo que el resultado quedó 40-5. Un muy buen resultado.

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